Como cuando se siente en el aire la alegría, y en las mentes la libertad.
El estar recibiendo el viento en tu cara y tu cabello alborotado.
El recibir un beso y saber que es el ideal.
Así es como me quiero sentir.
Libre al fin.
Fuera de tanta presión y de tantas expectativas por parte de las demás.
Y siendo francos.
Así es como me siento cuando estoy contigo al teléfono, a altas horas de la noche, y el tiempo vuela de aquí para allá.
Una hora con minutos de ambos, se va con facilidad, dos, estamos a punto de lograrlo, y tres es la expectativa.
Autismos, risas, dramas, películas y secretos, se van entre las calles que nos distancian, mientras tu estas comiendo cualquier merienda de contrabando, yo estoy tirada en mi habitación, mirando el techo, con los pies sobre la cama e imaginando cosas, siendo una de tus mayores confidentes, y tu niña chiquita, a la cual le tienes que contar historias para que se vaya a dormir, tu confianza cada vez es mayor.
Te puedo hablar de lo que sea, desde hacer una fogata con condones, desde los problemas femeninos, hasta el punto de quedar en que me prestaras un bóxer tuyo, para sentir “La libertad” al dormir.
Creo que la verdad eres aquello que a mí me falta, me completas de una forma tan linda que como he dicho a alguien por ahí.
Daria todo por no olvidarlos, pero nada por repetirlos, porque entonces no serían tan especiales.
Esos momentos junto a ti, son lo más maravillosos. Esas pocas salidas, pero todas las risas que las adornan son cosas que nunca me atrevería a cambiar.
Por ellos, tengo el descaro de decir que eres…
Algo parecido a mi mejor amigo, con un leve toque de amor más allá de ese título, más debajo de novios, y pasando a años luz a lo que esperaba que fueras.
Tú eres simplemente
Mi Rawr!