2011! No sé si decir que es una alegría que hayas ido o si por el contrario es algo muy malo. Porque si, definitivamente fuiste muy malo conmigo, me mandabas ilusiones y las rompías, me mandabas tormentas de dolor y de llanto, pase muy malos ratos y me hiciste cambiar de prioridades, algo que no fue muy bueno. 

Pero después de todo me hiciste vivir nuevas experiencias, conocer a otras personas, recorrer una parte del mundo, poder disfrutar de un nuevo tipo de lectura, me enseñaste que ante la horrorosa pregunta de “¿Y ahora qué?” viene la horrorosa y tormentosa respuesta: “Seguir adelante”.

Así que aceptémoslo, fuiste muy malo conmigo, te desquitaste de formas muy feas y definitivamente la tomaste contra mí. Pero para mí, siempre serás recordado como uno de los mejores años de mi vida.

Así que me despido de ti con un gran abrazo y con las ganas de no dejarte ir, pero es hora de dejar entrar al 2012 con una sonrisa y darle la oportunidad de que sea tan grandioso como tú.

Adiós 2011 un placer haberte vivido.

Hola 2012 lléname de sorpresas