Maia estaba recostada sobre una baranda mirando el curso de abajo, mirando el poco campo verde que lo adornaba a través de sus gafas rectangulares negras y con una botella entre las manos.
Se había alejado caminando de sus amigas, dejando a estas hablando y cotilleando, sin darse cuenta de su ausencia, algo que agradeció.
Esta ensimismada, mientras que el bullicio de su grado y todas las palabras se quedaban en un segundo plano
-¿Estas bien?- pregunto él mientras le daba un medio abrazo y una pequeña sonrisa le cruzaba el rostro.
-Si- Contesto Maia con voz firme y suave.
-¿Qué tienes?- volvió a insistir
-Un momento de paz- aleja su mirada de lo perdido, le sonríe, lo abraza y se va hacia su salón de clase después de un “Te quiero mucho niño”
1 comentario:
Que hermoso escrito!
Muchos besos
BMC
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